El
flujo circular de la renta es un modelo que sirve para explicar de
forma muy simplificada el funcionamiento básico de la actividad
económica. Este modelo nos ayuda a entender entre quienes se produce un
intercambio, es decir, quienes intervienen en la economía y en qué
consisten esos intercambios.
El modelo más sencillo del
flujo circular de la renta representa una economía con sólo dos agentes:
las economías domésticas y las empresas. Existen otros agentes, el
Estado y el Sector exterior, que, a través de los impuestos y
transferencias que realiza el primero a economías domésticas y empresas y
las exportaciones e importaciones que realiza el segundo, influyen en
el flujo circular de la renta.
El tema es analizar cómo se mueve la renta en una economía.
A continuación trato de resumir una curiosa explicación que dio un
economista americano en una de sus conferencias sobre este tema, y
permite asimilar el concepto del “flujo circular de la renta” de una
forma inolvidable ...
Versión resumida a la “española” (existen
múltiples versiones): En esta se habla del sector exterior (se importa
algo) y del sector público (se paga algo al ayuntamiento)…siempre con un
irónico sentido del humor:
Llega un americano vestido impecable,
con traje y corbata, a un pueblo perdido de Castilla y pregunta a un
vecino, en un perfecto castellano, dónde hay un hotel. Éste le responde
que en el pueblo no hay hotel, pero que en la Plaza Mayor hay una
Pensión muy buena.
Nuestro “turista” aparca su cochazo (americano) en
la Plaza y entra en la Pensión. Se presenta y pregunta al posadero si
tiene una “suite”, le dice que no, pero que en el cuarto piso hay una
habitación muy grande con cuarto de aseo. Mister Smith le dice que viene
con idea de instalarse en el pueblo para montar una fábrica de
componentes electrónicos, le deja su pasaporte y 20 billetes de 100
Euros (a lo grande!) tras preguntar si sería suficiente para instalarse
unos tres meses ( le había dado como precio 25 Euros/noche), pero que
primero sube a ver la habitación y refrescarse.
Antonio, el posadero,
con los billetes en la mano ve la oportunidad de saldar sus cuentas con
la tienda de ultramarinos, la carnicería, el pescadero, el panadero, el
transportista, el mecánico y hasta el alquiler que debía al
ayuntamiento por el salón que le dejaron usar para una reunión de
viajantes de pinturas que vino a la Pensión.
El mecánico debía dinero
de unos amortiguadores importados al del transporte, que a su vez debía
en la panadería y los ultramarinos. El del ayuntamiento tenía facturas
pendientes con el carnicero. El panadero pagó al pescadero, que, a su
vez, hizo las paces con el mecánico….
Al cabo de una hora y veinte
minutos entra una chica de muy buen ver en la Pensión y deja sobre el
mostrador los 20 billetes de 100 Euros que debía al posadero por la
utilización “regular” de la habitación en estos últimos meses…porque
fiaba a casi todos los del pueblo ¡!
Finalmente el americano baja
tras refrescarse, le dice al posadero que casi prefiere comprar una
casa, le deja un billete de 50 y recupera sus 20 billetes de 100 y su
pasaporte.
Cuando una economía entra en crisis es porque se va
desinflando tanto el consumo, porque no hay ingresos debido a que las
empresas (comercios etc.) no venden (y despiden empleados), como la
producción de las mismas debido a la falta de confianza. Es en ese
momento cuando hace falta un acelerador que permita volver a lanzar esa
complicada maquinaria, sus engranajes, en movimiento…
Mark de Zabaleta
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